martes, 18 de marzo de 2014

La parábola del grano de mostaza

En estas dos últimas sesiones hemos buscado información histórica sobre las parábolas que nos han tocado (la parábola del grano de mostaza y la del siervo despiadado), y para la actividad de la exégesis hemos escogido desarrollar la primera de ellas.

Exégesis: Jesús enseñó esta parábola para recordarnos que los principios son lentos o pequeños para que no nos desalentemos. A Dios le encanta sorprendernos, el puede empezar con algo muy pequeñito y convertirlo en algo mucho mas grande de lo que nos podemos imaginar. El puede tomar una situación insignificante y convertirla en gloria! Él mismo pareció ser algo tan insignificante, la piedra a quien los edificadores rechazaron como inútil, y ahora ha llegado a hacer la piedra angular, en donde millones de personas están fundando sus vidas.


Historia actualizada:
El Reino de los Cielos es semejante a la vida de un estudiante. Empezó a aprender y a estudiar multitud de cosas desde pequeño que muchas fueron desechadas y otras fueron aprovechadas en su futuro.


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